Por razones desconocidas, de todo lo que es característico de la ambición, generalmente notamos lo peor. Pero la ambición puede ser buena. La buena ambición se expresa en el hecho de que cuando a todos a su alrededor les parece que no podrán lograr este objetivo, sienten que pueden demostrar lo contrario utilizando su tiempo y energía. Y obtienes resultados con los que otros solo pueden soñar.
Te sucede a ti: a otros les parece que esto es inalcanzable, pero sientes que puedes lograrlo. ¿Hay una persona que carece de toda ambición y es bueno ser ambicioso? "Unos pasos más
.Un paso mas
". Una persona que susurra estas palabras ha estado escalando la cima de una montaña durante mucho tiempo.
Podía detenerse, nadie ha llegado todavía aquí. Necesitamos retroceder: la fatiga, el agotamiento han estado detrás de mucho tiempo. Si regresa, todos lo entenderán, nadie lo culpará por nada, porque la hazaña ya se ha completado. "Solo un paso más", se susurra a sí mismo, reuniendo sus últimos esfuerzos, aunque sabe muy bien cuántos metros y pasos hay que dar. Él continúa caminando, pase lo que pase. No puede imaginar que puede regresar.
Está convencido de la necesidad y el valor de su creación. Las personas cercanas a él se han sorprendido por mucho tiempo de dónde proviene su fuerza. Todo marchito, se las arregla para levantarse más temprano y se acuesta más tarde, como si las fuerzas no lo abandonaran, sino que renacieran nuevamente. Pero ¿por qué "me gusta"? No hay error: un libro inacabado le da fuerza. Por razones desconocidas, de todo lo que es característico de la ambición, generalmente notamos lo peor.
Al enterarnos de que alguien es ambicioso, generalmente imaginamos a una persona desenfrenada, agresiva, arrogante, arrogante e incluso vengativa. Pero echemos un vistazo al lado bueno de la ambición. ¿En que consiste? Espera, reúne fuerzas para lograr un objetivo difícil y distante. A todos les parece que no puedes lograr este objetivo, pero sientes que eres capaz de demostrar lo contrario, solo necesitas tiempo y energía.
Tal ambición es inherente a las personas de diferente organización nerviosa, temperamentos diferentes, aunque la forma de su manifestación no es la misma: en algunos es violento y demostrativo, en otros está oculto, tranquilo, exteriormente se revela en nada.