¿Por qué la gente habla consigo misma?

¿Por qué la gente habla consigo misma?
¿Por qué la gente habla consigo misma?

Vídeo: ¿EL ESPIRITU SANTO, EL PADRE Y JESÚS SON LA MISMA PERSONA? #edgarescobar #biblialibre 2024, Mayo

Vídeo: ¿EL ESPIRITU SANTO, EL PADRE Y JESÚS SON LA MISMA PERSONA? #edgarescobar #biblialibre 2024, Mayo
Anonim

Por primera vez, la ansiedad de hablar con uno mismo surge en la infancia, cuando un niño se vuelve capaz de rastrear y controlar los procesos mentales internos. Con la edad, una persona deja de prestarle atención, pero una conversación consigo misma continúa durante toda su vida.

El discurso interno, o conversación con uno mismo, es un diálogo entre los componentes de los procesos mentales. La psique humana es heterogénea. Según Z. Freud, consiste en el Ego (todo lo que el hombre comprende y comprende), Id (todo lo que está prohibido, se exprime de la conciencia y no se realiza) y el Super-Ego (procesos conscientes e inconscientes que representan la conciencia, las normas y las reglas de comportamiento).)

A partir del nacimiento, una persona pequeña desarrolla la conciencia debido al conocimiento adquirido. Parte de la información, debido a las limitaciones culturales de la sociedad, se desplaza hacia el inconsciente. El contacto con esta información es difícil, pero posible con la ayuda de fantasías.

De hecho, una conversación en sí misma es un diálogo interno de conciencia con el inconsciente. Tales conversaciones contribuyen al proceso continuo del desarrollo humano: hay una expansión de los límites de la conciencia al encontrar formas de satisfacer los deseos prohibidos. La presencia de límites rígidos entre estas estructuras y, como resultado, la ausencia de lenguaje interno, inhibe el desarrollo humano, y la ausencia de estos límites hace que una persona esté mentalmente enferma, incapaz de controlar sus deseos e impulsos.

Al formar la estructura del Super-Ego, se requiere que el niño cumpla con las normas y reglas adoptadas en la sociedad, en la familia, en un equipo específico. Sus cimientos son establecidos por los padres. Es con sus requisitos que el niño compara sus acciones: ¿Qué haría el padre en esta situación? ¿Qué diría mamá? ¿Cómo reaccionaría mi hermano mayor a esto? Gradualmente, las figuras parentales ideales para el niño se convierten en objetos internos, sus requisitos y regulaciones se convierten en los requisitos de la persona para sí mismo.

La conversación con uno mismo es un diálogo constante, acuerdos entre las tres estructuras de la psique: Ego, Id y Super-Ego. Un adulto a menudo ni siquiera se da cuenta de cómo se produce esta conversación, pero en situaciones difíciles de la vida, nota conversaciones internas que, a veces, lo ayudan a tomar la decisión correcta.