Investigadores de la Universidad Estatal de California en Fullerton y la Universidad de Michigan realizaron pruebas que produjeron resultados interesantes. Los datos obtenidos mostraron que los lectores habituales de revistas de mujeres, que toman guiones de comportamiento que se propagan en las páginas de estas publicaciones, se están volviendo más liberados en el sexo.
El estudio fue publicado originalmente en la revista Psychology of Women Quarterly. Al comienzo de su trabajo, los autores señalaron la diferencia en los escenarios de comportamiento ofrecidos a los lectores de revistas de mujeres "para adultos" y publicaciones dirigidas a adolescentes. Estos últimos advierten más a menudo a las niñas sobre las posibles consecuencias negativas de las relaciones con el sexo opuesto, hablando de la atracción sexual solo en el contexto del amor mutuo. Las revistas destinadas a un público más sofisticado se especializan en la imagen de una mujer independiente y asertiva que busca el placer del sexo para sí misma. La influencia de las publicaciones destinadas a lectores adolescentes no se tuvo en cuenta en el estudio.
Los resultados de una encuesta realizada entre los participantes del estudio que leyeron artículos de la revista Cosmopolitan mostraron que esta publicación tiene cierta influencia en las preferencias de sus lectores. Las mujeres que hojean regularmente esta revista tienden a pensar que el sexo prematrimonial es más divertido que arriesgado. Además, este grupo de participantes en el experimento mostró un deseo de divertirse y no complacer a una pareja. Las mujeres que rara vez se encuentran con tales artículos consideran arriesgadas las relaciones íntimas prematrimoniales y están bastante listas para contentarse con un papel subordinado en el sexo.
Como los autores del estudio señalaron con cautela, los lectores habituales de Cosmopolitan aceptan y prueban los modelos de comportamiento que se muestran en las páginas de esta publicación. La idea de la posibilidad y naturalidad de las relaciones íntimas para su propio placer los libera de una serie de complejos.