¿Por qué beber alcohol?

¿Por qué beber alcohol?
¿Por qué beber alcohol?

Vídeo: LA VERDAD SOBRE BEBER ALCOHOL 2024, Julio

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Anonim

Todavía no hay una respuesta definitiva a la pregunta: ¿por qué las personas beben alcohol? Diferentes grupos y sectores de la sociedad responden de manera diferente. Casi todos los que beben alcohol tienen su propia explicación.

Para algunos, beber alcohol es una relajación del cuerpo, cansado del estrés y el ritmo constantes de la vida moderna, para otros es una forma de salir de la depresión o un aumento del estado de ánimo, para otros es mantener las tradiciones o no parecer una oveja negra en un equipo. A veces, tomar alcohol es una expresión de protesta hacia los padres o la esposa. Beben para suavizar la soledad, llenar el dolor, es mejor quedarse dormido o aliviar el síndrome de resaca. Hay miles de razones, y cada una de ellas es respetuosa. Solo hay una cosa común en estas explicaciones: una desviación de la realidad. El científico A. Kempinski relacionó la bebida con varios estilos: contacto, cuando el alcohol se usa para establecer contactos con otras personas, neurótico, para aliviar la irritación nerviosa y tensión, con bacanal - para desconectarse y perderse en la intoxicación alcohólica, con heroico - para darse una sensación de confianza y con suicidio - cuando hay un deseo de reducir la vida de uno. Otros científicos creen que el consumo de alcohol está determinado por solo tres razones principales: ahorrar, con la capacidad de aliviar el estrés, olvidar, relajarse, animarse, ser amigable, cuando se reúne con amigos y familiares, o solo amigos, y también en busca de sensaciones, para satisfacer probar las necesidades y saborear una bebida alcohólica. La humanidad ha estado familiarizada con el alcohol durante varios milenios. Durante este tiempo, muchas nacionalidades han desarrollado tradiciones no escritas para su uso. Pero al mismo tiempo, siempre se extrajo una cosa del alcohol: su capacidad de cambiar el estado mental de uno para calmar, elevar el estado de ánimo y relajarse. Pero esta condición siempre es falsa, artificial. El placer se logra no por la merecida paz mental, sino por la simple irritación química de los centros del cerebro que controlan los sentimientos y el estado de ánimo. Estos centros son precisamente responsables de controlar el comportamiento, la capacidad de mirar realmente la vida y su lugar en ella. Y al engañar al cerebro, una persona que toma alcohol se engaña a sí misma y por el tiempo de intoxicación compensa lo que le falta en la vida real: la capacidad de comunicarse, divertirse, experimentar dificultades y relajarse. El alcohol al mismo tiempo cubre la falta de capacidad para controlar sus sentimientos y regular su comportamiento y condición.