Los niños comienzan a ofenderse a una edad temprana, pero rápidamente se olvidan de los agravios, pero a partir de los 5-6 años un niño puede recordar los agravios durante mucho tiempo.
Esto puede ser un problema, ya que el niño puede ofenderse incluso por algo a lo que no vale la pena prestarle atención. Algunos padres comienzan a alabar más al niño, algunos dejan todo como está, lo que solo puede agravar la situación. Este artículo es para padres que realmente quieren ayudar a sus hijos.
Para ayudar, debe averiguar cuáles son los motivos del resentimiento:
- Rechazo en el equipo. El niño necesita atención, quiere ser parte del equipo, participar en eventos, pero no es aceptado. Esto puede ser un motivo de resentimiento.
- El niño puede ofenderse por bromas, apodos, etc., por ejemplo, los propios padres, como una broma, de alguna manera llamada, y el niño lo tomó en serio.
El niño está tratando de manipular a sus padres con la ayuda de sus quejas. En esta situación, la mayoría de los padres se comportan incorrectamente. Comienzan a sentir pena y alabar a su hijo y esto solo empeora la situación.
Para facilitar que un niño viva en el futuro, es mejor enseñarle a no guardar todo en sí mismo y no acumular negativos de los insultos. Vale la pena dejar que el niño hable, explique cómo se siente. Esto ayudará al niño a aprender cómo expresar sus opiniones y emociones y deshacerse de la negatividad.
En ningún caso puede comparar al niño con otros niños. Si constantemente le dice a su hijo que alguien tiene mejores calificaciones, que alguien se comporta mejor, logra mejores resultados y cosas similares, puede criar a un hijo inseguro de sí mismo.